Reconocen trayectoria y enseñanzas de Gabriel Casillas

Édgar Velasco

Cuando Gabriel Casillas se enteró que había sido elegido para recibir el Premio Enrique Nafarrate Mexía puso manos a la obra: le encargó unos caballitos de tequila a Felipe Covarrubias, repartió invitaciones y, debido a su estado de salud, consiguió dos sillas de ruedas eléctricas para llegar de la puerta trasera de Casa ITESO Clavigero al estrado —"una era para usarla y la otra, por si se descomponía la primera", explicó Mito Covarrubias.

La vida, que da vueltas caprichosas, dispuso que Gabriel Casillas no llegara a la entrega del premio: falleció el pasado 26 de julio. Sin embargo, como reza la sentencia, la función debía de continuar y el 13 de agosto se hizo la entrega post mortem del premio, que es concedido por la Asociación de Egresados de Arquitectura del ITESO. 

La velada de reconocimiento a Gabriel Casillas Moreno (1944-2019) se convirtió en todo un homenaje póstumo para quien fuera arquitecto y funcionario público. Todas las personas que hicieron uso de la voz aprovecharon para compartir con los asistentes, que llenaron el patio de Casa ITESO Clavigero, anécdotas relacionadas con el trabajo o con la forma de ser de Gabriel Casillas, haciendo hincapié en su estilo desenfadado, su buen humor y su capacidad para reunir diferentes protagonistas en un proyecto.

"Gabriel tenía una gran virtud: podía sentar a diferentes personas para charlar, discutir, bromear, armar un proyecto", compartió Fernando Fernández, quien fue su alumno y señaló que era un compromiso seguir su camino. 

Durante el homenaje también se recordó su trayectoria como funcionario público de 1977 a 2008 y su ingreso como miembro al capítulo Guadalajara de la Academia Nacional de Arquitectura. Entre sus logros más destacados se encuentra la creación de la primera Procuraduría de Desarrollo Urbano del país.

"Era un pionero", mencionó Álvaro Morales, quien dijo que, si bien fue su alumno en 1985, "me ha dado clases toda la vida. Aprendí arquitectura, gestión de la ciudad, pero sobre todo a ser o intentar ser buena persona".

En esa línea se expresó también Ignacio Castiello, quien señaló que Gabriel Casillas "siempre fue leal a sus principios. Siempre llevó una vida austera, aun cuando pasó por el servicio público". 

Humberto Hernández, vicepresidente de la Asociación de Egresados de Arquitectura del ITESO, recordó el apoyo que recibieron de Gabriel para la creación de la agrupación y las gestiones que hizo para conseguir que el Instituto Cultural Cabañas albergara una muestra que organizaron en agosto del año pasado. También contó cómo el arquitecto, integrante de la primera generación de la Licenciatura en Arquitectura del ITESO, apoyó la creación del Premio Enrique Nafarrate Mexía. "Estamos aquí gracias a él", expresó Hernández. 

El homenaje a Casillas fue extenso. Y es que eran muchas las voces que querían rendir honores a su memoria. Ignacio Ponce, coordinador de la Licenciatura en Arquitectura del ITESO, explicó que aunque no recibió clases de Casillas Morales, para él "fue un gran maestro de la vida, un consejero. Era un apasionado de la vida y de su profesión. Su partida deja una honda huella y un enorme legado".

De la misma manera Lilián Ponce, presidenta del capítulo Guadalajara de la Academia Nacional de Arquitectura, lo describió como "un referente, un maestro, un guerrero; un visionario pero sobre todo, un amigo".

_{Inés Uruñuela Casillas y Gabriel Ahumada Casillas, nietos de Gabriel Casillas, recibieron el galardón de manos de Enrique Nafarrate.}

Héctor Ortiz, del Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco, dijo que el Premio Enrique Nafarrate se entregaba a Gabriel Casillas "con sobradas razones", y destacó la sencillez del homenajeado, quien "siempre estaba atento y bromista". 

Luego de una primera ronda de testimonios, los encargados de recibir el reconocimiento en representación del arquitecto fueron Inés Uruñuela Casillas y Gabriel Ahumada Casillas, sus nietos, quienes recibieron el galardón de manos de Enrique Nafarrate. Inés Uruñuela agradeció "en nombre de la familia y de tito Gabriel" la intención de entregarle el reconocimiento en vida a quien, dijo, "fue el mejor papá y abuelo que puedan imaginar".  

Para ese momento, el tequila había corrido libremente entre los asistentes, justo como lo dispuso el homenajeado. Y así, entre tragos de tequila, también fluyeron las memorias. Claudio Sainz David, exsecretario de Desarrollo Urbano de Jalisco, destacó el perfil de servidor público de Gabriel Casillas, quien siempre se condujo "con principios y con verdad". También afirmó que siempre le distinguió el enfoque social porque "le preocupaba la creación del patrimonio social, por lo que siempre procuró la cercanía con la gente y la búsqueda del bien común". 

Felipe Covarrubias recordó que conoció a Casillas en 1962 y desde entonces mantuvo una amistad "que nació en el Parián, con las chabelas". Compartió con los asistentes el día que Gabriel le encargó los caballitos para brindar en la noche del homenaje, en los que efectivamente se brindó, y entre risas propias y del público recordó la noche en la que, tras la clausura de un congreso de diseño, se llevaron a los músicos polacos encargados del cierre a una farra por toda la ciudad.

Enrique Hurtado habló de la faceta como director de despacho de Gabriel Casillas, con quien trabajó 40 años. Para cerrar con los testimonios, Mito Covarrubias explicó que los últimos días de vida de Gabriel Casillas estuvieron dedicados a preparar todos los detalles para la noche del homenaje, por lo que, dijo, "se puede decir que recibió el premio en persona". Luego hizo una larga disertación de memorias y anécdotas, que incluyó fotografías y canciones. 

Después del homenaje de tres horas, la noche aún deparaba sorpresas: Gabriel Casillas dispuso que se realizara una fiesta en toda forma, de modo que los asistentes salieron de la Casa ITESO Clavigero y pasaron a la puerta de al lado, a la casa que fue de Ignacio Díaz Morales, para seguir con la celebración y el recuerdo del arquitecto.