Cómo cuidar el bienestar de adultos mayores a distancia

Adriana López-Acosta

Los adultos mayores son doblemente vulnerables en esta pandemia. Por una parte son población con mayor riesgo de contagio, y por otra la brecha digital entre su generación y las nuevas es mayor en este momento en el que las tecnologías de comunicación e información son de los pocos recursos con los que se cuenta para hacer contacto, crear vínculos o trabajar. 

Con estas consideraciones el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) "Ciudades globales amigables con los mayores en el Área Metropolitana de Guadalajara", del Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social (Cifovis), impartido durante el ciclo escolar Verano 2020, tuvo un doble reto. Además el proyecto atiende, en alianza con el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Guadalajara, situaciones que viven las personas mayores

"Los estudiantes trabajan con grupos de personas mayores en centros de desarrollo comunitario para generar proyectos con ellos, para ellos y para su ciudad con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida en diferentes ámbitos", explicó Martha Cristina Rojo, una de las profesoras responsables del PAP. 

Por tratarse de uno de los grupos más vulnerables ante la pandemia el reto fue realizar talleres y actividades con sana distancia. Este verano se llevaron a cabo  dos talleres de diversos temas: uno por medio de grupos de WhatsApp y otro por medio de videoconferencias en la plataforma Zoom. 

Estos talleres fueron dirigidos a los líderes de los centros, que son alrededor de 100 personas mayores. La intención es que estos materiales se repliquen por medio de los líderes.

En uno de los talleres, "Encerrados pero enredados", se planeó un cronograma basado en los problemas que los estudiantes detectaron que las personas mayores experimentan a partir de su confinamiento. 

"Autocuidado, recreación y cultura; cómo detectar fake news en sus cadenas de Whatsapp de amigos y familia para no caer en pánico, y actividad física, todas estas actividades las diseñamos y producimos a partir de las problemáticas que detectamos", explicó Rebeca Béjar, estudiante de la Licenciatura en Comunicación y Artes Audiovisuales, y participante del PAP junto con Jonathan Barrera, alumno de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. 

"No se trata de hacer exactamente lo que les pedimos, sino de armarlos de herramientas como el ejercicio para que se sientan bien y animados por las mañanas, el criterio de saber qué notas son falsas, todo está diseñado a partir de su propia experiencia", dijo Jonathan. 

Con el reto de la tecnología y la brecha generacional, tuvieron que buscar la forma de distribuir los contenidos de los talleres de acuerdo con el tema. Algo tan simple como enviar por Whatsapp un video de salud y deporte con ejercicios específicos para personas de la tercera edad, pero también usar Zoom para llevar a cabo un juego de mímica e impresiones, en el que cada persona se conecta desde su casa, para su cuidado. 

"Es también integrarnos y darles compañía dentro de esta pandemia, no es solo, ‘hola, este es el taller', sino que estamos cien por ciento en lo sentimental, emocional y creo que el fin de estos espacios es para que ellos se expresen y se queden en un futuro para que los contenidos se compartan fuera de estos grupos: con el vecino o con los nietos", abundó Rojo.  

"Esta modalidad es algo innovadora para el DIF y los chicos se están atreviendo a explorar otras posibilidades, trabajando en adaptar cada tema a la plataforma, y han tenido muy buena participación", explicó Martha Ramírez, también profesora encargada del PAP.  

Este trabajo forma parte de una adaptación a los cambios que se requieren para llevar a cabo, en las nuevas condiciones de la pandemia, actividades tan importantes para la calidad de vida de un grupo vulnerable como la comunidad de la tercera edad, opinaron los integrantes del PAP.  

"Personas con alguna discapacidad o un malestar que les impide salir de casa antes no podrían acceder a estos programas. Darles esta oportunidad puede ayudar bastante", dijo Jonathan. "El mismo DIF puede implementar talleres de esto para que se utilicen las plataformas para muchas otras cosas". 

Este PAP está diseñado para que lo cursen alumnos de todas las carreras. En ediciones anteriores estudiantes de Arquitectura diseñaron un manual para evitar accidentes al interior de la casa; estudiantes de Nutrición y Ciencias de los Alimentos diseñaron Punto Mayor, una serie de talleres de nutrición y atención psicológica; las carreras administrativas trabajaron en un certificado de negocios amigables para las personas mayores, con la finalidad de evaluar y entregárselo a los servicios y locales (tiendas de abarrotes, por ejemplo) cercanos a los centros del DIF. Entre los elementos evaluados se consideró que tuvieran letreros legibles, que no hubiera cajas u obstáculos donde pudieran tropezarse, entre otros. 

"Todo esto es alrededor de las necesidades de los adultos mayores, la multidisciplina no significa que trabajemos en lo que se nos ocurra. Se construyen y se llevan a cabo todos estos proyectos a partir de un análisis y trabajo de investigación con participación de la misma comunidad", dijo Martha Ramírez.