Gobierno otorga distintivo a empresa de egresado por la calidad de sus procesos

Gustavo Abarca

Hoy día, el desarrollo de soluciones de software para la llamada nube computacional, que entre otras ventajas permite ofrecer una serie de servicios vía internet, es algo que las empresas dedicadas a la creación de programas de cómputo deben ver como "una obligación. Ya no es algo que sólo algunos quieren hacer", sentenció Daniel Cázarez, director de la firma Innovación en Sistemas de Información y Recursos Humanos (Innova), hospedada desde mayo pasado en el Parque Tecnológico del ITESO. 

Recientemente la firma logró el nivel dos de certificación del Modelo de Procesos para la Industria del Software (Moprosoft), el cual es desarrollado mediante un acuerdo entre la Secretaría de Economía (SE) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que tiene la finalidad de fortalecer a la industria del software. 

Innova desarrolla una familia de productos de software llamada RHFlex, la cual "tiene diferentes aplicativos, desde nómina, control de asistencia, lo que le llaman en conjunto ‘reloj checador' o aplicaciones de control de personal, viáticos, vacaciones, contratos, todo lo que tenga que ver con administración de capital humano. Adicionalmente, hacemos software a la medida, administrativo y de control empresarial".

Además, la firma trabaja en una serie de aplicaciones orientadas a servicios en la nube computacional. 

Cázarez, egresado de Ingeniería en Sistemas Computacionales y de la Maestría en Informática Aplicada, ambas por el ITESO, explicó que el crecimiento que ha tenido la nube en los últimos años ha impactado a los desarrolladores de software orientándolos a desarrollar aplicaciones para esta plataforma.

En el caso de Innova, además del software administrativo, trabaja en el desarrollo de "unos portales para los recibos de nómina electrónicos, los cuales  se van a conectar con el software de recursos humanos, que tiene una nómina local, la cual a su vez se conectará con una plataforma web desde donde se puedan consultar sus recibos sin que la empresa tenga esa plataforma. Son aspectos en los que nuestros productos van a tener que evolucionar".

De este modo, las personas que viajan a diferentes puntos geográficos, van a poder acceder a diferentes datos y servicios, a los que "convencionalmente" se podría acceder físicamente en la empresa en la que laboran, como son los  recibos de nómina, por ejemplo.

El desarrollo de software en México

A finales del siglo pasado y en los primeros años del presente comenzó a hablarse con mucha frecuencia acerca de que el país tenía que dar un paso muy grande: dejar de ser uno enfocado a la manufactura y empezar a convertirse en uno creador de tecnologías.

A partir de ahí, comenzaron a surgir varias iniciativas, algunas de ellas al interior de las empresas mientras que otras empezaron a integrar a la iniciativa privada con el gobierno y poco después a la academia, la llamada triple hélice, entre otros esfuerzos.

Innova, firma que nació hace 11 años, está inmersa en algunas de estas vinculaciones. Su llegada al Parque Tecnológico del ITESO obedece al interés de vincularse con la universidad y con otras empresas, "en una especie de cluster", expresó Cázarez, quien agregó que también existe el interés de acceder a algunos de los servicios del Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología del ITESO (Cegint), como la Aceleradora de Empresas, y a programas derivados de otras instancias externas como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). 

En el caso de la industria del software en México, el empresario destaca que "en Jalisco ha crecido mucho, debido a muchos programas gubernamentales y al talento humano que hay en la zona para esta área. El software implica un trabajo de alto impacto, porque es ingeniería y hablamos de trabajos de mejor nivel, tanto de pagos como de resultados. Esto ha estado trayendo focos a Jalisco para que se hagan este tipo de trabajos".

A escala federal la vinculación se da por medio del Programa para el Desarrollo de la Industria del Software  (Prosoft)  y de su Moprosoft.

En el documento Los emprendedores de TIC en México  (abril de 2014, Instituto Mexicano para la Competitividad), se resalta que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) atribuible al sector de tecnologías de información y comunicación pasó de 3.2 por ciento en 2000 a 5.6 por ciento en 2010, es decir, un aumento de 75 por ciento en diez años.

El mismo informe destaca que entre las ventajas de este sector se encuentra que los trabajadores perciben más que en otras industrias, por ejemplo, la automotriz, y que la productividad es 80 por ciento mayor que la del resto de la economía.

Además, en el documento se presenta, a partir de datos de la consultora Select, que México es el tercer exportador de servicios de tecnologías de la información, sólo detrás de India y Filipinas; el país es el segundo en América Latina con mayor recepción de inversión en esta industria y se estima que cada año egresan 115 mil personas de carreras relacionadas con ingeniería y tecnología. 

Un arduo camino hacia la mejora continua

De acuerdo con Cázarez, la intención de adaptarse y avanzar de acuerdo con los niveles que propone el Moprosoft es fortalecer todas las áreas de la empresa, y durante el proceso de certificación (son cinco niveles) se trabajan, además de los proyectos de desarrollo tecnológico, aspectos como una planeación estratégica, presupuestos, ventas y acciones correctivas. Es decir, "abarca todas las áreas de la empresa". 

"Hay muchos modelos de cómo manejar procesos, por ejemplo está ISO, CMMI que es una certificación internacional para empresas de desarrollo software y Moprosft, que el gobierno está gestionando para convertirlo en ISO", destacó Cázarez, quien añadió que las auditorías en las empresas en proceso de certificación son realizadas por la organización Normalización y Certificación Electrónica (NYCE).

Como parte del modelo, se implementa una herramienta con la cual se homologa el trabajo de todas las áreas de la empresa y se trabaja con el mismo formato y en ella "se guarda la base de conocimientos y es con la que nos comunicamos internamente. No puede manipularse la información, y una vez que el auditor llega verifica que el trabajo está hecho correctamente".

El proceso de certificación implica "el día a día e implementar proyectos internos de control de calidad con tiempos muy estrictos, registrar tiempos, de todo hay métricas".

Este trabajo les "ha generado mucho valor, debido a que nos ha proporcionado las bases para manejar de mejor forma los proyectos y las herramientas para no descuidar la parte comercial", comentó.

Finalmente, para la empresa, en la cual trabajan seis personas, en este modelo hay "mucho trabajo por hacer. Nos mostró un camino que hemos decidido seguir y nos hemos enfocado en hacer que la compañía funcione en todos sus aspectos, que no lo teníamos como una meta. No teníamos planeación estratégica y eso nos pone un reto".