Acompañar es el verbo: jesuitas en comunidades indígenas
Detalle BN6
- Inicio
- Acompañar es el verbo: jesuitas en comunidades indígenas
Acompañar es el verbo: jesuitas en comunidades indígenas
En el marco del Día de la Comunidad Solidaria, tres jesuitas compartieron la situación de las misiones en Chihuahua, Veracruz y Chiapas.
Adriana López Acosta
Para llegar a la comunidad de La Gavilana, en Chihuahua, Rodrigo Espinosa, SJ debe recorrer 20 kilómetros desde la Parroquia de Samachiki, en la Misión Tarahumara; diez kilómetros en coche hasta que se acabe la vereda, y diez más caminando cerca de tres o cuatro horas. Según el clima, el jesuita puede tardar hasta ocho horas a pie entre nieve o lluvia.
Oscar Rodríguez, SJ llegó en 1986 a la Misión de Bachajón, Chiapas, en el punto más álgido de la lucha indígena para desmantelar una estrategia de latifundio. Tras 30 años de lucha, la comunidad logró recuperar las tierras, pero se encontró con la imposibilidad de comerciar sus cultivos de café, más allá del proceso de pergamino, y por medio del coyotaje a distribuidoras transnacionales.
Alfredo Zepeda, el mayor de los jesuitas reunidos el pasado miércoles 12 de octubre en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ para contar su historia, es el que trabaja en la misión menos conocida, en Huayacocotla, Veracruz, conviviendo con indígenas otomíes, nahuas y tepehuas. "¿Por qué estoy yo acá? Porque la vida no pegunta", declaró.
Los tres pertenecen a generaciones diferentes y trabajan en puntos geográficamente distantes. Las lenguas indígenas que han aprendido también los separan, así como los caminos que han tomado para resolver los problemas a los que han tenido que enfrentarse. Una cosa los une: el verbo que eligen para contar su historia en estas poblaciones apartadas de la cosmovisión occidental.
En el marco del Día de la Comunidad Solidaria, el Centro Universitario Ignaciano (CUI) reunió a estos jesuitas para el diálogo "En el camino con los pueblos originarios".
Cada uno compartió la situación actual de sus comunidades, anécdotas, fotografías, videos y testimonios de la profunda riqueza de estos pueblos, así como su rezago por parte de las instituciones gubernamentales.
Colaborar respetando la cultura
Rodrigo Espinosa, SJ compartió ante miembros de la comunidad universitaria su proyecto de construir un centro cultural en La Gavilana, el cual está siendo edificado con las propias manos y sudor de los indígenas con los que convive en la Misión Tarahumara. Y en esta tarea, contó, ha aprendido que la inmersión parte de la disposición a aprender.
"Uno llega con sus esquemas y quiere imponer sus cosas, pero en estas comunidades rigen otros ritmos, otros tiempos, y uno tiene que escuchar, pensar, hacer mucho trabajo de reflexión para saber cómo y con qué modo se puede acompañar", comentó.
En sus fotos, los habitantes de la comunidad muestran el apego a sus tradiciones en su vestimenta, sus ceremonias, la preparación del teshuino —bebida fermentada parecida a una cerveza de maíz—, sus faenas y sus fiestas.
Oscar Rodríguez, SJ habló sobre los esfuerzos por pavimentar mejores relaciones de intercambio de los tzeltales con sus productos, por vincularlos con actores sociales, universidades y organizaciones que les ayuden a dejar de ser generadores de materia prima, y completar el proceso hasta la taza de café servida.
El camino andando —porque, en sus palabras, no es la solución todavía— los llevó a la comercialización de su grano internacionalmente con el nombre de Capeltic, y a la apertura de tres cafeterías en universidades del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), una de las cuales se inauguró esta semana en el ITESO.
"Capeltic refleja todo este esfuerzo de construcción social desde la lógica del pueblo tzeltal que estamos acompañando", dijo.
Acompañar es defender
"Dicen ellos (los indígenas): ‘con la fiesta y la organización, resistimos'", contó Alfredo Zepeda, SJ. En su camino con los otomíes, nahuas y tepehuas de Veracruz, ha pasado de la integración en sus fiestas, carnavales y cotidianidad, a la defensa hombro con hombro de sus tierras, las cuales están siendo amenazadas por la explotación de recursos naturales como materia prima y la minería.
Parte de su trabajo está enfocado en la radio comunitaria Radio Huayacocotla "La voz de los campesinos" que, según cuenta el jesuita, la escuchan los indígenas que se dedican a lavar coches y fregar trastes en los restaurantes de Nueva York. Acompañar a los pueblos indígenas con herramientas que los empoderen es una parte integral del compromiso jesuita con los marginados.
Para hacer de Capeltic una realidad, Rodríguez intervino en la revaloración del trabajo campesino; en enseñar a los indígenas a no aceptar precios bajos por su producto, para desmontar el coyotaje, y en el acompañamiento en la organización de cooperativas basadas en el comercio justo. La clave, coincidieron los tres, es siempre estar en constante diálogo y convivencia.
"Nuestro trabajo es siempre en diálogo", dijo Espinosa desde su experiencia en La Gavilana, "no solo recibiendo sino también nosotros aportando, pero siempre en diálogo con ellos".
La riqueza de su austeridad
"El elemento comunitario está presente, estos pueblos originarios tienen un sentido comunitario fuerte", explicó Espinosa, "siempre está la presencia del otro, el sentido del otro".
Este jesuita, el más joven de los que participaron en la plática, no está de acuerdo con el asistencialismo. Mostró una fotografía de camiones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) repartiendo despensas, y puso en evidencia que esta práctica provoca que los pueblos originarios asuman una falsa pobreza por medio de esquemas occidentales capitalistas. "Las despensas hacen daño a su cultura", declaró.
En su andar con los indígenas, Zepeda reflexionó que la visión con la que se acercan a estas comunidades los ha llevado a plantearse la posibilidad de una economía alternativa, basada en los esquemas comunitarios y de justicia que reconocen en estos pueblos.
"La comunidad indígena es una alternativa para el mundo moderno […], los indígenas no son una estadística, son comunidades complejas; ellos tienen claves para ser un país multinacional", aseguró.
Noticia