Educación que apoye procesos locales
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Educación que apoye procesos locales
Este verano egresará la primera generación de la Maestría en Educación y Gestión del Conocimiento de la Sierra Tarahumara, del Centro de Investigación y Formación Social.
Florencia González
Al no encontrar en la educación formal (que no corresponde a la tradición rarámuri) las respuestas a sus problemas, las comunidades buscaron apoyo en instituciones que no están ubicadas en la Sierra Tarahumara.
Así fue como solicitaron al ITESO, a través de Óscar Hernández, académico del Centro de Investigación y Formación Social (CIFS) y de Francisco Morfín, director del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES), impartir la Maestría en Educación y Gestión del Conocimiento, de la cual su primera generación concluirá sus estudios este verano.
Hernández explica que la educación tradicional para los rarámuris es un sinsentido, al no ofrecerles soluciones a las necesidades de su comunidad.
Ellos buscan una educación que les permita continuar con el cuidado de la tierra y aprovecharla mejor, tener bases para la defensa del territorio y mantener a su familia en la comunidad, debido a que por las pocas oportunidades para los jóvenes rarámuris, corren el riesgo de encontrarse con el narcotráfico.
El primer paso fue buscar agentes locales que trabajan en la tierra, personas comprometidas, profesoras, promotores o trabajadoras de alguna iniciativa en la región. El resultado fue un grupo de mestizos y tarahumaras. Los únicos requisitos fueron comprometerse con la comunidad, tener una licenciatura y contar con acceso a Internet.
A la maestría en Educación y Gestión del Conocimiento se inscribieron 22 alumnos, diez rarámuris y doce mestizos, esto sucedió en 2013.
"Hay una falsa suposición de que los indígenas no cuentan con profesionales, pero sucede que sí hay. No siempre con una formación de calidad, pero rarámuris con licenciatura son muchos y con aspiración a maestría, también, pero que tuvieran la condición de acceso a Internet y posibilidades de asistir a las reuniones, es otra cosa", aclara Hernández, quien se desempeña como coordinador del Programa de Interculturalidad Indígena del CIFS.
Esta experiencia demostró, señala Hernández, que el proceso de aprendizaje puede tomar un perfil distinto si, en primera instancia, se abordan las necesidades de la región, con base en el perfil de la gente con la que se trabaja.
"Se trata de responder a iniciativas que tiene la comunidad y un programa educativo, como éste, apoya de manera directa el proceso local", de acuerdo con Hernández.
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