¿Cómo se vive la maternidad en horas de oficina?
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¿Cómo se vive la maternidad en horas de oficina?
Expertas hablaron sobre los derechos laborales que tiene la mujer cuando se convierte en madre, en una charla organizada por la Red de Género y el Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz de la universidad.
Laura Rodríguez
Faltar al trabajo por molestias o complicaciones en el embarazo, ausentarse tres meses por licencia de maternidad, no acudir a laborar por tener hijos enfermos, la falta de espacios adecuados para la extracción de leche o despidos injustificados son escenarios que se le pueden presentar a una mujer que trabaja cuando se convierte en madre, de acuerdo con lo planteado en la charla "Maternidad y trabajo: asesoría legal colectiva sobre derechos de las mujeres".
Durante la charla, Cinthia Gabriela Ramírez Fernández, especialista en derechos humanos y género, afirmó que es necesario que los espacios laborales ofrezcan opciones de empleo compatibles con la maternidad, que no orillen a las mujeres a dejar su trabajo o decidan no tener hijos.
Agregó que es importante conocer las leyes que benefician a la mujer trabajadora. Ese es el caso del artículo 170 de la Ley Federal del Trabajo, en el que se establece que la mujer tendrá un periodo de lactancia por seis meses, que en algunas empresas toman a partir del nacimiento del bebé y no desde el momento en que la empleada se reincorpora al trabajo después de la licencia por maternidad, como debería suceder.
"No se trata de rechazar la maternidad. Se trata de tener las condiciones de libertad en el espacio público y privado que nos permita, como mujeres, decidir si queremos o no ser madres, porque solamente de esa manera podríamos asegurar la igualdad entre mujeres y hombres", destacó.
Derechos de lactancia
Rosalina Márquez Ramírez, abogada, académica y también líder de la Liga de la Leche, señaló la incongruencia entre el fomento a la lactancia materna, por parte de las políticas públicas, y la falta de espacios adecuados en los centros de trabajo.
"Muchas veces vemos a la figura del patrón como el ogro del cuento. ‘Es que no me deja amamantar. Es que me corrió. Es que me acosó'. Partimos, además, de que ese ataque se está dando, precisamente, por la ignorancia. No digo que no se dé el otro supuesto, que no le importe. ‘A mí no me importa que seas mujer trabajadora, a mí lo que me importa es que trabajes'. Pero ¿qué pasaría si el gobierno, en todos sus niveles, creara un ente que impulsara la lactancia y el derecho de las mujeres y capacitara a todos los sectores y todos los ámbitos para poder apoyarlas?", planteó.
Debido a que cada mamá trabajadora puede tener condiciones laborales distintas, para esta abogada es importante establecer acuerdos con el patrón que sean benéficos para ambas partes.
"Partimos de una base general del derecho, la voluntad de las partes hace ley. ¿Qué es lo que tú quieres sin afectar a tu patrón? Patrón, ¿qué es lo que tú quieres sin afectar a la parte trabajadora en su derecho?", detalló.
En caso de que la mujer sienta que sus derechos laborales son vulnerados, la experta sugirió, en primera instancia, interponer una queja ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
De no recibir respuesta, puede ir a la Procuraduría del Trabajo, para conciliar las necesidades entre las partes. O, finalmente, ir ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, a presentar una demanda.
Grissel Fernández Ruiz narró, durante la charla realizada el 27 de abril pasado en el ITESO, su experiencia por discriminación laboral en la empresa donde trabajaba. La actividad fue organizada por la Red de Género y el Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz de la universidad.
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