Académica pide prestar más atención a los acuíferos

Judith Morán

¿Cómo se calcula la cantidad de agua subterránea?, ¿cómo se debe calcular su recarga?, ¿cómo se determina la calidad del agua de los acuíferos? Esas fueron algunas de las dudas que Liliana A. Peñuela Arévalo, académica y consultora independiente, resolvió durante la conferencia "Cálculo del agua subterránea en México: problemática y retos".

Con esta sesión se cerró el ciclo de conferencias Primavera 2014 de las maestrías en Ciudad y Espacio Público Sustentable, y en Proyectos y Edificación Sustentables del ITESO, que estuvieron abiertas al público.

Ante el auditorio W lleno, Peñuela Arévalo criticó que en México no exista interés para estudiar el agua subterránea a pesar de que entre 60 y 70 por ciento del abastecimiento público depende de ello. "Es importante que se deje de hacer un análisis superficial y que se incluyan los procesos que se generan en el subsuelo".

Explicó que en el cálculo del agua se debe definir el objetivo de dicha medición. "Desde mi punto de vista no me servirá de mucho tener el volumen total, me gustaría más tener volúmenes asociados con las calidades de agua", dijo; con esa información en los proyectos y planeación ya se tendría un volumen asociado con el abastecimiento para la población o para la agricultura, afirmó.

Peñuela Arévalo señaló que la investigación también ayudaría a perfeccionar las técnicas existentes o a crear nuevas maneras para entender el funcionamiento del agua subterránea.

Como ejemplo de la poca atención que reciben los acuíferos, la académica mencionó que la Norma Oficial Mexicana establece algunos lineamientos para su explotación, pero que no hay manera de verificar que no se extraiga más agua del caudal concesionado.

Entre los impactos ambientales de la sobreexplotación del agua subterránea está la baja de niveles de los lagos, pérdida de ecosistemas y hasta generación de grietas como en Nextipac, Zapopan.