Vinculan desapariciones con reclutamiento forzado para organizaciones delictivas

Judith Morán

En marzo de 2018, el mes en que desaparecieron Salomón Aceves, Daniel Díaz y Marco Ávalos, estudiantes de la Universidad CAAV, se presentaron 383 denuncias ante la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco, señaló Darwin Franco, periodista independiente, para explicar que cuando se habla de la desaparición de personas se relata una historia que se replica a diario.

"No todos estos casos se vuelven mediáticos y salimos a las calles a hablar de ellos. Por lo menos hubo 380 personas que no nombramos en estas manifestaciones", dijo.

El también profesor del ITESO participó en el "Diálogo sobre secuestros y desaparición forzada", el pasado martes 8 de mayo en la sala de usos múltiples del Edificio M.

"El problema que tenemos con la desaparición es que se piensa más como una condición y no como la consecuencia de un acto delictivo", explicó Franco. El Estado, dijo, tiene responsabilidad "porque es el que tiene que garantizar nuestro derecho a la seguridad, porque es el que está obligado a investigar y a capturar a las personas responsables de la desaparición y, lo más importante, tiene que generar las estrategias para buscar a la persona desaparecida y localizarla".

Franco expuso que en el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, Jalisco reconoce tres mil 88 casos. Sin embargo, según los datos que obtuvo vía transparencia en la Fiscalía se tienen registradas 5 mil 547 personas desaparecidas. Es decir, no se reporta la desaparición de poco más de dos mil 400 personas. 

El profesor señaló que cuatro de cada diez desaparecidos tienen entre 14 y 29 años. "Es la generación de ustedes la que está desapareciendo. Son 14 mil 551 jóvenes que no están, a los que alguien les robó la oportunidad de continuar con su vida, sus estudios, sus sueños".

La desaparición de personas está vinculada con otros delitos, resaltó, por lo que la relación de este problema con grupos delictivos es relevante. "No porque las personas desaparecidas tengan vinculación con el crimen organizado, sino porque se trata de una empresa trasnacional que lo que requiere para hacer funcionar la maquinaria que les genera ganancias económicas es tener mano de obra, y la mayor parte de esta mano de obra es forzada. ¿Por qué desaparecen más jóvenes? Porque tienen una capacidad de trabajo más amplia que la que les puede dar un adulto", aseguró.

Para ejemplificar lo anterior, Franco mostró un mapa donde sobresale el sur de Jalisco entre los lugares hay con más incidencia, una zona rica en hierro donde la mayor parte de las personas que desaparecen han trabajado en minas, señaló. También habló de Tala, donde hay falsas ofertas de trabajo para jóvenes a quienes terminan obligando a desempeñar labores como sicarios.

En otros casos, la desaparición no tiene que ver con la explotación laboral, sino que al azar desaparecen personas para enviar mensajes mediante el daño que les provocan. Estas conclusiones son resultado de las investigaciones que Darwin Franco ha realizado sobre el tema desde hace seis años.

Al hablar de la rueda de prensa en la que la Fiscalía explicó lo que presuntamente ocurrió con los estudiantes del CAAV, el profesor señaló que es preocupante que el Estado normalice la existencia de cárteles y que en la disputa entre bandos "nosotros estemos en los sitios más desafortunados del mundo, en la hora y momento exactos, y que es normal que si alguien nos lleva el Estado no puede hacer más que mirar lo que ocurre".

La actividad fue parte del cierre de la materia "Conocimiento y cultura", en la que durante el semestre los alumnos desarrollaron trabajos sobre los temas de secuestro y desaparición forzada.